Importancia del agua para la salud
Los seres humanos somos casi toda agua. El cuerpo humano está compuesto en un 60 por ciento de agua, el cerebro se compone en un 70 por ciento de agua, la sangre en un 80 por ciento y los pulmones se componen en un 90 por ciento de agua. La calidad del agua para el consumo humano se refiere a la ausencia de patógenos u otros contaminantes químicos que puedan producir enfermedades. Es la relación más conocida entre agua y salud. El agua contaminada y el saneamiento deficiente están relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, otras diarreas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
El agua segura y suficiente facilita la práctica de la higiene, que es una medida clave para prevenir no solo enfermedades diarreicas, sino también infecciones respiratorias agudas y numerosas enfermedades tropicales desatendidas.
En el mundo hay al menos 2000 millones de personas que utilizan una fuente de agua para consumo humano contaminada con heces. La contaminación microbiana del agua para estos fines como resultado de la contaminación con heces supone el mayor riesgo en cuanto a salubridad y transmisión de enfermedades como la diarrea, el cólera, la disentería, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
Más de 2000 millones de personas viven en países con escasez de agua, situación que probablemente empeorará en algunas regiones como resultado del cambio climático y el crecimiento de la población.
En 2019, en los países menos adelantados, solo el 50% de los establecimientos de salud tenían servicios básicos relacionados con el agua; el 37%, servicios básicos de saneamiento, y el 30%, servicios básicos de gestión de residuos.
El agua para consumo humano microbiológicamente contaminada puede transmitir todas esas enfermedades y, según se calcula, causa 485 000 muertes por diarrea cada año. Aunque los riesgos químicos más importantes para este tipo de agua provienen del arsénico, el fluoruro o el nitrato, nuevos contaminantes, como productos farmacéuticos, pesticidas, sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) y los microplásticos son motivo de preocupación pública.
En 2020, el 74% de la población mundial (5800 millones de personas) utilizaba un servicio de suministro de agua para consumo humano gestionado de forma segura —es decir, ubicado en el lugar de uso, disponible cuando se necesita y no contaminado.
El agua salubre y fácilmente accesible es importante para la salud pública, tanto si se utiliza para beber, para uso doméstico, para producir alimentos o para fines recreativos. La mejora del abastecimiento de agua, del saneamiento y de la gestión de los recursos hídricos puede impulsar el crecimiento económico de los países y contribuir en gran medida a la reducción de la pobreza.
En 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al abastecimiento de agua y al saneamiento. Todas las personas tienen derecho a disponer de forma continuada de agua suficiente, salubre, físicamente accesible, asequible y de una calidad aceptable, para uso personal y doméstico.
Vista de la contaminación del río de la plata desde el cielo.
Mediante imágenes satelitales que muestran distintos colores de la superficie de mares, ríos y lagos, La investigadora Ana Dogliotti estudia la presencia de algas y sedimentos mediante algoritmos que permiten obtener información sobre el tipo y concentración de las sustancias presentes en la capa superficial del agua tales como el fitoplancton y material particulado en suspensión.
El agua tiene que estar libre de:
- BACTERIAS
- ARSÉNICO
- TURBIDEZ
- FLUOR
- BARIO
- NITRATO
- CIANURO
- SODIO
- SULFATO
- CALCIO
- RADIOACTIVIDAD
- METALES
- CARBONATOS
- FOSFATO
- AMONÍACO
Cada vez se contaminan más los ríos, mares y océanos, por lo que muchas veces no es suficiente los procesos de potabilización que se hacen en los servicios de obras sanitarias para la distribución del aua domiciliaria, por lo que es necesario usar filtros.
La función de los filtros es hacer que el agua pase a través de distintos procesos donde se eliminan elementos no deseados, mejorando su calidad y logrando agua de mayor pureza en el hogar.
Tipos de filtros que podemos usar:
La mayoría de los filtros domiciliarios que se usan, como el de la imagen son de carbón activado granular (CAG) de origen mineral, Carbón Activado Granular (CAG) impregnado en plata, Aleación de cobre y zinc de alta pureza. Resina mineral.
Pero el nivel de contaminación está siendo tan alto que en muchos casos están siendo insuficientes para filtrar. y es necesario recurrir a filtros más complejos, como filtros de osmosis inversa que cuentan además de los filtros (espuma de polipropileno + membrana UF + carbón activado en bloque), membranas para hacer ósmosis inversa de alto rendimiento.
La Ósmosis Inversa elimina hasta un 99,99% de los contaminantes del agua. Cuenta con seis poderosas etapas de filtrado.
El proceso de filtrado tiene varias etapas.
• PRIMERA ETAPA - Filtro de Sedimentos de 5 micra que retiene suciedad protegiendo las siguientes etapas.
• SEGUNDA ETAPA - Filtro de Carbón Activado en Bloque de 5 MICRAS que elimina sustancias por Nanotecnología.
• TERCERA ETAPA - Filtro de 1 MICRA de porosidad que elimina sedimentos microscópicos.
• CUARTA Y QUINTA ETAPA - Membrana de ósmosis inversa de 1600lpd que elimina hasta 99,99% de contaminantes.
• SEXTA ETAPA - Filtro de Carbón Activado Granular. Elimina restos de la etapa de OI, y nivela el PH del agua.
Referencias
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