¿Qué perjudican la flora intestinal?
El estado del microbiota intestinal es importante para el cuerpo, es decir que, si está en buen estado, el riesgo de tener alguna enfermedad se reduce significativamente. En concreto, el microbiota, también conocida como flora intestinal, microflora o flora humana, es el conjunto de microorganismos vivos o bacterias que se encuentran en el intestino o tubo digestivo del organismo humano. Además, la existencia de estas bacterias intestinales es muy beneficiosa para el desarrollo del sistema inmune, así como para el estado de ánimo y la conducta humana, según el portal especializado en salud. Un estilo de vida saludable contribuye a un microbiota que refuerza la salud, sin embargo, así las personas sigan los consejos, inconscientemente pueden caer en trampas que la perjudican. Aquí algunos errores que perjudican la salud del microbiota intestinal:
- Consumir poca fibra: La fibra dietética posee una gran cantidad de efectos bastantes beneficiosos en el funcionamiento del organismo, gracias a que la fibra alimenta el microbiota intestinal. Sin fibra, las bacterias intestinales beneficiosas morirían. Los alimentos que aportan fibra son las frutas, hortalizas, los frutos secos, los cereales integrales y las legumbres. Una dieta vegetariana basada en alimentos naturales enteros proporciona toda la fibra que se necesita. En cambio, pueden ser baja en fibra una alimentación dominada por los cereales refinados como pasta, pan blanco y arroz o productos de origen animal, la carne y los ultras procesados.
- Fumar: el tabaco influye en la variedad de microorganismos que colonizan nuestro intestino grueso y que lleva a la disminución o aumento de unos u otros en función del tiempo que hayamos estado fumando.
- Picar demasiado: Picotear generalmente sucede porque las personas no saben que necesitan los intestinos con regularidad. Funcionan mucho mejor si se come cada día a las mismas horas fijas y si se dejan pasar suficientes horas entre una ingesta y otra. Es necesario que el estómago esté vacío durante unas cuatro horas para que los movimientos peristálticos vacíen el intestino. Picar entre comida no solo va sumando calorías, sino que reduce la diversidad de bacterias beneficiosas en el intestino.
- Masticar poco: Si la persona tiene hambre o ansiedad, puede suceder que no mastique suficientemente cada bocado. Se recomienda masticar cada bocado a fondo, ya que la saliva contiene enzimas que promueven la absorción de nutrientes, inician el proceso digestivo y facilitan el paso por el tracto gastrointestinal. Otra ventaja de tomarse el tiempo suficiente para comer es que después de unos 15 minutos, el organismo se siente lleno. Así que, si se come más despacio, se sentirá lleno antes y resultará más fácil mantener el peso o perder kilos.
- Ingerir pocos líquidos: Por lo general, se recomienda beber alrededor de 1,5 litros de agua o infusiones sin endulzar todos los días. En caso de que haga mucho calor o se realice una actividad física intensa, las necesidades pueden llegar hasta los 2.5 litros. Una deshidratación leve causa sequedad en la boca, cansancio, dolor de cabeza y problemas de concentración. Además, se resiente el proceso digestivo: si se bebe muy poca agua, el cuerpo retira agua del intestino y se produce estreñimiento. La vida de las bacterias intestinales también se ve alterada.
- Consumo de antibióticos: El consumo de antibióticos, sobre todo en forma indiscriminada, altera la flora intestinal. Por lo tanto, luego de un tratamiento antibióticos se deben tomar medidas para restablecer la flora.
- Polifarmacia: El consumo de más de 2 medicamentos de manera crónica o permanente. El uso indiscriminado de medicamentos como laxantes, antiinflamatorios, antiácidos, anticonceptivos hormonales y otros.
- Alimentos ultra procesados: Tienen sustancias químicas artificiales como la bollería industrial o las carnes procesadas, que alteran el equilibrio bacteriano. El consumo de ultra procesados tiene un nivel elevado de conservantes, como emulsionantes o edulcorantes artificiales, presentes en salsas, bollería, helados etc.
- Estrés: El estrés genera cambios hormonales, como aumento del cortisol que alteran la flora. Bajo condiciones de estrés crónico, nuestro cerebro ordena al sistema endocrino, la secreción de cortisol, que afecta a la musculatura intestinal, responsable de la motilidad. El estrés provoca que nuestro sistema endocrino secrete cortisol, que afecta a la musculatura intestinal.
- El sedentarismo: perjudica la microbiota.
- Alteración de los horarios de comidas: es importante respetar una rutina alimentaria con horarios de 4 comidas. Los cambios de los horarios de las comidas alteran el equilibrio bacteriano.
- Dormir mal: La falta de sueño, dormir mal y en forma insuficiente genera multiples alteraciones, hormonales y de la flora intestinal.
- Cirugías para pérdida de peso: La cirugía bariátrica alteran la estructura del intestino y el equilibrio de la flora intestinal.
- Refrescos azucarados: como los zumos de fruta envasados, o con gas y las bebidas isotónicas.
- Beber alcohol: el alcohol igual que el tabaco influye en la variedad de microorganismos que colonizan nuestro intestino grueso y que lleva a la disminución o aumento de unos u otros en función del tiempo que hayamos estado bebiendo alcohol.
¿Qué alimentos benefician la flora intestinal?
El camino para mejorar el microbiota intestinal pasa por incorporar a la alimentación prebióticos y probióticos y por conseguir un equilibrio entre ambos.
¿Qué son los probióticos y los prebióticos?
Los prebióticos sirven “como alimentos para las bacterias beneficiosas que albergamos en nuestro intestino”. Estos alimentos son ricos en fibra soluble, principalmente fructooligosacáridos e inulina, “que no pueden ser digeridos y absorbidos en el intestino delgado. Así pasan al colon donde favorecen la proliferación de la flora positiva: los lactobacillus y los bifidobacterium”. Los alimentos que pueden mejorar la salud intestinal son:
- Frutas.
- Verduras.
- Cereales integrales.
- Legumbres.
Referencias
Comentarios
Publicar un comentario