MANEJO de la IRA

 


Todos nos enojamos, pero la furia fuera de control no es buena para quienes se encuentren a su alrededor e incluso puede serle dañina a su propio organismo. Aquí presentamos algunos consejos para ayudarle a tranquilizarse. A veces nuestra ira y frustración son causadas por problemas muy reales e inevitables en nuestras vidas. No toda la ira está fuera de lugar, y con frecuencia es una respuesta sana y natural a estas dificultades. Algunas personas tienen una creencia cultural de que cada problema tiene una solución, y su frustración aumenta al descubrir que no siempre es así. La mejor actitud para superar dicha situación es concentrarse no tanto en hallar la solución sino en cómo manejar y enfrentar el problema. Trace un plan y verifique su progreso a medida que avanza. Las personas que tienen problemas con la planificación pueden considerar útil buscar una buena guía para organizarse o administrar el tiempo. Resuelva a dar lo mejor de sí, pero también a no recriminarse si la respuesta no surge de inmediato. Si puede abordar el problema con sus mejores intenciones y esfuerzo al hacer un intento serio para enfrentarlo directamente será menos probable que pierda la paciencia y que ceda a las ideas de todo o nada, aun cuando éste no se resuelva de inmediato.


Algunos pasos sencillos que puede tratar:

  • Respire profundamente, desde su diafragma.
  • Lentamente repita una palabra o frase tranquilizadora como "relájate" o "tómalo con calma." Repítala mientras respira profundamente.
  • Recurra a la imaginería; visualice una experiencia relajante sea de su memoria o imaginación.

Referencias

https://www.youtube.com/watch?v=l9urR02cMD4

https://www.youtube.com/watch?v=MiyU9-0ETQA&t=1s

https://www.youtube.com/watch?v=hni7wm8oNpQ&feature=youtu.be

https://www.apa.org/topics/anger/estrategias

Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Formamos médicos o profesionales de la enfermedad? Una mirada crítica a la educación médica occidental

🧠 ¿ChatGPT cambia tu cerebro? El estudio viral del MIT y la verdad detrás de la imagen

¿Cómo funciona un monitor de signos vitales?