Metales pesados en peces

En los pescados que llegan a nuestros puertos aparecen metales pesados como plomo, mercurio, cadmio o estaño.
Uno de los que más inquietud está generando es el mercurio en su forma metilada (metil-mercurio) por ser altamente tóxico para el organismo, ya que puede producir efectos graves en algunos órganos y sistemas.

La mayoría de metales como Mercurio (Hg), Plomo (Pb), Cadmio (Cd) e incluso el Arsénico (As); surgen de procesos de liberación al medio ambiente, producto de fenómenos naturales o actividades antrópicas. No obstante, genera gran preocupación el Hg, toda vez que casi todo el que se acumula en el músculo de los peces, se encuentra en su forma más tóxica, el Metilmercurio (CH3Hg), logrando biomagnificarse en concentraciones miles de veces mayores a las encontradas en el agua y biodisponible a cualquier matriz (tejidos musculares y adiposos de los peces) (Nakamura et al., 2014; Salazar et al.,2017). La conversión del Hg a una forma orgánica como el CH3Hg, es el puente de entrada del metal a las cadenas alimentarias acuáticas que culminan en el consumo humano.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en Colombia, y particularmente en las poblaciones ribereñas y costeras, el 90 % del consumo de proteína de origen animal proviene del pescado, principalmente como resultado de un acceso muy bajo a otro tipo de proteínas. Sin embargo, los niveles de contaminación que se reportan en ríos como el San Jorge, Cauca y Magdalena, han limitado el consumo de esta fuente alimenticia a la población (Fuentes et al., 2018).

Atendiendo a lo anterior y partiendo de los múltiples estudios que confirman la presencia de estos contaminantes en peces de consumo, incluso en zonas no mineras, como la región de La Mojana, ubicada en el Norte de Colombia, se pretende realizar una revisión bibliográfica que permita entender la dinámica entre la afectación ambiental y el riesgo a la salud de los colombianos.

Los metales pesados llegan al pescado como consecuencia de la contaminación. Suelen acumularse durante toda la vida del pescado y después son consumidos por los humanos. Los metales más comunes son: mercurio, cadmio, plomo, estaño y arsénico.
Los grandes depredadores, como el atún rojo o el pez espada, contienen más, porque la contaminación se produce a través de la cadena alimentaria. Los ejemplares más grandes y longevos van acumulando mercurio, ya que se alimentan de peces más pequeños que, a su vez, han ido ingiriéndolo a través del plancton.

Referencias 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

¿Formamos médicos o profesionales de la enfermedad? Una mirada crítica a la educación médica occidental

🧠 ¿ChatGPT cambia tu cerebro? El estudio viral del MIT y la verdad detrás de la imagen

¿Cómo funciona un monitor de signos vitales?