Beneficios para la salud de la ducha fría

 


Los hay que no tienen miedo a nada. Esos atrevidos que pueden con todo y no se achantan ante los obstáculos. Luego están aquellos que conocen los beneficios de esas locuras, como es el caso de una ducha con agua fría en invierno. ¿Un mito o una realidad? Lo cierto es que bañarse a temperaturas bajas ofrece una serie de ventajas que, aunque en un principio no nos llaman la atención, no debemos perder de vista. La distribución de la grasa parda en los adultos depende de varios factores, como la edad, los niveles de glucosa, el sexo o el IMC (índice de masa corporal). Respecto a este último indicador, aquellas personas que tienen un IMC más alto suelen contar con menores niveles de grasa parda y al contrario.

Los baños con agua fría se conocen desde la antigüedad, fíjate si tiene historia la recomendación. Hipócrates, el primer médico que aparece en medios escritos, ya los empleaba como remedio para tratar diferentes dolencias y enfermedades. Con el paso de los años, este tipo de actividad ha seguido utilizándose con muchos fines. De hecho, en algunos países es tradición terminar una ducha caliente en invierno con otra de agua fría. La leptina es una hormona producida por las células grasas que desempeña un papel importante en la regulación del peso corporal y el metabolismo. Cuando se activa la leptina, se pueden obtener importantes beneficios para la salud, incluyendo la pérdida de peso. Aquí te explicamos cómo activar la leptina para perder peso de manera efectiva. La hormona irisina es una hormona polipéptica que se produce en el tejido muscular y que actúa sobre las células adiposas subcutáneas. Esta hormona aumenta en el organismo durante el ejercicio, transformando el tejido adiposo blanco en tejido adiposo pardo (el que a veces es denominado como la 'grasa buena'). Esto permite que se consuman más grasas y que aumente el gasto energético del cuerpo favoreciendo la pérdida de peso. En primer lugar, es importante entender cómo funciona la leptina. Esta hormona envía señales al cerebro para indicar que el cuerpo tiene suficientes reservas de energía y que no es necesario seguir comiendo. Cuando los niveles de leptina en el cuerpo son bajos, el cerebro interpreta que el cuerpo necesita más energía y aumenta la sensación de hambre. En consecuencia, el cuerpo comienza a almacenar más grasa para tener suficientes reservas de energía en caso de que se necesiten en el futuro.

¿Qué aumenta la irisina?

  • Dieta alta en grasas.
  • Ejercicio (el entrenamiento de resistencia y el HIIT inducen la mayor cantidad de irisina)
  • Temperaturas extremas (frio y calor)
  • Hormonas como la leptina y la hormona del crecimiento.
  • Suplementos como CoQ10 y Holy Basil.
  • Medicamentos como la metformina.
  • Dispositivos como vibración de cuerpo entero.

Referencias

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